viernes, 10 de febrero de 2012

Una reseña especial

Es cierto, tenía que titular así la entrada porque para mí es un lujo y un honor que Miguel Ares haya hecho una reseña de mi última novela "Un hombre solitario" en su estupendo Blog El poder de las letras escritas.


Reseña: Un Hombre Solitario, de Ana R. Vivo


Autor: Ana R. Vivo (Ana Ruiz Vivo)
Título: Un Hombre Solitario
Editorial: El Maquinista
Género: Novela Romántica
Páginas: 416
Sinopsis: Anna Tassano tiene una difícil misión por delante, impedir una conspiración, pero jamás imaginó que resultaría tan complicada. Sólo debe fingir que es una turista inglesa, rubia y un poco ligera de cascos, y dejarse cuidar por el hombre más machista que ha conocido; simplemente, debe proteger con su vida al heredero del imperio Papadopoulos, pero Konstantinos es orgulloso como un semidiós griego y tozudo como una de sus mulas. Nada más pescar a aquella náufraga en el Egeo, Konstan supo que le traería problemas; su extraño código del deber le obliga a llevarla con él a Dünamo, su particular isla desierta y su hogar desde hace más de quince años. A partir de entonces, se creará entre los dos una extraña relación. El huraño griego no tolerará que aquella alocada joven cambie nada en su vida y ella no permitirá que un hombre le dé órdenes, pero finalmente ambos se hundirán en un abismo de intrigas y pasiones desenfrenadas.

Hoy os presentamos la segunda novela publicada por esta escritora albaceteña, no la conozco personalmente pero estoy convencido de que estamos ante una mujer sensible y con las ideas muy claras.
Antes de daros mi opinión sobre la novela quise leer también su primera obra publicada, titulada No Mires Atrás, se trata de otra novela del mismo género y publicada también por la misma editorial.
Mi razón para leerla era comprobar la evolución de Ana como escritora, y debo reconocer que es muy evidente que esa evolución ha existido, si la primera obra ya tenía unos índices altos de calidad en esta segunda se supera a sí misma..

Un Hombre Solitario es una bella novela romántica, acompañada de una intriga bastante original, creo que la autora consigue transportar al lector a una trama intensa en la que las situaciones de riesgo que suceden van conformando una atmósfera proclive a que los sentimientos de los protagonistas salgan a la luz, en ningún momento la novela sufre altibajos y nos mantiene en tensión durante toda su lectura, las escenas de intimidad son narradas con clase y sin caer en vulgaridades, es uno de los puntos en los que veo más clara la evolución de Ana con respecto a su anterior novela, es una historia a la que le es difícil buscarle aspectos negativos, como suele ocurrir en las novelas de corte romántico los protagonistas son personajes fisicamente casi perfectos, pero Ana además los dota de una inteligencia que aún los resalta mucho más..

El libro está narrado en tercera persona, como todos sabréis ese tipo de narración se denomina "presente histórico", muy diferente a los libros narrados en primera persona en los que tenemos la impresión de leer los acontecimientos al mismo tiempo que ocurren, las dos formas de narración tienen sus ventajas y desventajas, para un escritor que empieza es más fácil narrar en primera persona por lo que debo felicitar a Ana por su valentía en su forma narrativa, lo que me demuestra su talento y calidad..

Los diálogos son escritos con claridad y ni son farragosos ni pesados, creo que estamos ante una escritora que tiene muchas cosas con las que sorprendernos en un futuro, os recomiendo cualquiera de las dos novelas publicadas por Ana, no os van a defraudar, principalmente a las amantes del género romántico..

Ana Ruiz Vivo: Nacida en Albacete, donde reside actualmente. Está casada y tiene dos hijos adolescentes. Cuando terminó sus estudios comenzó a trabajar como administrativo en la rama sanitaria y, hasta hoy, que compagina el tiempo para el trabajo, en un centro sociosanitario de su ciudad, con su familia, sus ratos libres para escribir y leer, y sus dos perras y su gata. Comenzó a escribir sus primeros relatos con apenas trece años y en los recreos del colegio solía leerlos a sus amigas como si fuera un serial por capítulos. Hace unos seis años, fue cuando decidió escribir de una forma más seria y aunque tiene escritas más de seis novelas, contemporáneas, históricas, fantásticas… No mires
atrás, fue su primera novela publicada, Un Hombre Solitario es su última novela..

Las olas encrespadas pintaron su rostro de espuma, eran enormes y empinadas; un mar furioso que se agitaba en la bruma nocturna. Anna parpadeó, tratando de enfocar la mirada en el horizonte oscilante, y braceó con instruida prudencia entre las gotas saladas que la cegaban. La endeble embarcación bregaba por mantenerse en pie, a más de veinte metros de distancia, y terminó perdiéndose bajo las oscuras aguas para resurgir de las profundidades, ante sus enrojecidos ojos como si fuera un trepidante recordatorio de su estúpida osadía.
El volteo del oleaje laceraba su piel con crueldad. La arena arañaba sus brazos y su cara, cada vez que intentaba mantenerse a flote, y su respiración se había convertido en un jadeo acelerado. El corazón estaba a punto de reventarle en el pecho, contribuyendo a que buscara con desesperación una nueva bocanada de aire mientras maldecía por haber creído que podría conseguirlo, y rezó una plegaria para que todo terminara cuanto antes. El fuerte aroma de las algas, mezclado con la arena, se filtró por su nariz nevándola a una asfixia extrema y una nueva ola la catapultó, cuando creyó ver una luz en aquel horizonte quebrado.

Konstan le pasó una mano por los hombros, para hacerla caminar a su lado. Por un momento, se sintió tentado de explicarle el motivo por el que discutía con Coralina, cuando ella y Aristo los vieron desde el sendero que conducía a la aldea, pero después decidió que Anna ya lo habría olvidado. Konstan no quería malos entendidos ni con ella ni con la gente de su aldea, como le había dicho a Anna. Por eso, el día que llegaron a Dünamo, la visitó en su casa y le advirtió que la extranjera viviría con él en su castillo. Aunque nunca imaginó que las cosas cambiarían de aquella manera. Coralina era una viuda, libre y sin ataduras, y comprendió su decisión; al principio, se enojó bastante y le llevó unas horas convencerla, pero ella siempre supo que sus encuentros sólo aliviaban sus tensiones y aplacaban sus momentos de soledad. Jamás esperó nada más. Esta vez, él necesitaba proclamar a los cuatro vientos, que Anna estaba con él.

Anna observó el estandarte que no presagiaba nada bueno y trató de evaluar los pros y los contras del inminente desembarco porque mientras se mantuvieran lejos de Adriano, las posibilidades de que su protegido fuera atacado disminuían. Conocía bien a Konstan y el silencio profundo en que se había sumido mientras maniobraba para atracar, sólo significaba que estaba igual de preocupado que ella por los nuevos acontecimientos. Nada ni nadie lo convencería para no descender a tierra. Ella se mantuvo erguida y mirando al frente, como un soldado esperando órdenes de su superior, hasta que él paró el motor. Cuando Konstan comenzó a pescar con el bichero la guía amarrada al muelle, ella acudió a ayudarle, tensando los amarres de babor y de estribor, tal y como él le había enseñado. Solo podía escucharse el murmullo acompasado de un mar cauteloso, contrario a los demonios que se agitaban dentro del griego. El romper lejano de las olas contra los arrecifes acompañaba a aquella melodía como toques de tambores, advirtiendo ante una batalla.


Blog de la escritora:
http://anarvivo.blogspot.com/

Blog de ADARDE
http://adarde.wordpress.com/

7/10